Este es el título de un reciente estudio (2013) encargado
por la Comisión Europea a Christine Redecker, investigadora del Joint Research
Center (JRC). Intentaré exponer sus principales resultados y recomendaciones.
Las TIC se presentan como herramientas tremendamente útiles
para desarrollar provechosos instrumentos de evaluación que tengan en cuenta el
conjunto de competencias clave. Sin embargo, su aplicación en las escuelas es
aún insuficiente, ya sea por desconocimiento o falta de formación. Es posible
que intervenciones para el fomento de las TIC en evaluación tengan éxito, ya que
se trata de introducir formatos innovadores que, a la vez, facilitan
enormemente el trabajo del profesorado.
Se distinguen dos enfoques fundamentales en el uso de las
TIC en evaluación:
- Evaluación basada en el ordenador (Computer-Based Assesment, CBA). En general, se trata del uso de cuestionarios y formularios de evaluación, que llevan desarrollándose durante más de veinte años y que en la actualidad ofrecen cada vez más posibilidades.
- Entornos de aprendizaje basados en las tecnologías, que recrean situaciones en las que es necesario poner en funcionamiento el pensamiento crítico, la resolución de problemas y las estrategias de colaboración. Muchos de estos programas, sin embargo, son todavía experimentales.
Actualmente
el empleo de la TIC en evaluación se centra en las competencias más genéricas y
utiliza como estrategias principales los cuestionarios en línea, los juegos y
los e-portfolios.
Los formularios en línea son muy usados
porque ofrecen una información instantánea de los resultados y pueden adaptarse
a las peculiaridades de cada alumno, proporcionando información válida para una
evaluación no sólo sumativa sino formativa. A los tradicionales tests de respuesta
múltiple se suman ahora las posibilidades de introducir texto más o menos
extenso.
Se
utilizan como instrumento de la evaluación del profesor (exámenes
tradicionales) que se corrigen fácilmente, pero son impagables como
instrumentos para la autoevaluación del alumno y la evaluación de los
compañeros. Como ejemplo de esto sirva este Cuestionario
de Autoevaluación del proyecto Telemedievo, centrado
en la reflexión sobre las competencias básicas adquiridas y sobre la creación
de evidencias del aprendizaje.
En
la red se pueden encontrar innumerables juegos
educativos que sirven para la evaluación de competencias clave, aunque
generalmente tratan contenidos aislados y poco adaptados al currículo. Sirvan
estos ejemplos: Los
cazafaltas, JuegosGeo o Pikipalabra.
En
cuanto a los e-portofolios, cada vez
están más extendidos como repositorios de los trabajos producidos por los
alumnos durante su permanencia en un centro escolar. En el IES Chaves Nogales estamos incorporando
durante este curso los e-portfolios como instrumentos de evaluación, como en este
ejemplo. En portfolios digitales se pueden incorporar fácilmente evidencias
de aprendizaje que no suelen aparecer en este tipo de aplicaciones, como vídeos
o archivos de audio, además de herramientas de creación como blogs, wikis, etc.
Hay
un prometedor futuro en la utilización de las TIC para la evaluación de
competencias, que pasa por potenciar estas estrategias:
- Entornos de aprendizaje virtual, que facilitan el pensamiento crítico, la toma de decisiones, la colaboración y el aprendizaje de los propios errores.
- Entornos de inmersión y juegos multijugadores. Construyen contextos de apariencia real en los que es necesario aplicar soluciones complejas fruto de la colaboración y la negociación y mostrar iniciativa y empatía. Las simulaciones y laboratorios virtuales son muy adecuados para las áreas científicas, aunque todavía son poco utilizados en educación.
- Software educativos. Los sistemas tutoriales inteligentes permiten a los alumnos avanzar a su propio ritmo.
- Aprendizaje analítico. Supone la interpretación de datos por un grupo de aprendientes para evaluar el progreso alcanzado en entornos de inmersión, simuladores y juegos multijugador.
La
falta de desarrollo de estas propuestas y la necesidad de un análisis más
detenido de sus bondades para la evaluación de las competencias clave impide
que sean adoptadas inmediatamente por las escuelas, tradicionalmente reacias a
adoptar avances sin contrastar.
Un
aspecto que no se debe olvidar es que la evaluación de competencias clave no
puede ser realizada exclusivamente por el profesor, sino que el proceso
completo requiere de estrategias de autoevaluación y de coevaluación, así como
de evaluación (entre todos los que participan en él) del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Las
autoridades educativas pueden promover el desarrollo de las TIC para la
evaluación mediante políticas que incentiven la investigación en este campo, la
creación de redes de profesorado y el fomento del debate, la investigación y la
reflexión sobre estos temas.
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